EL PUEBLO SE DIVIERTE…

El pueblo se divierte… Apuntes para la 9ª corrida de la temporada 2010-2011 en la plaza de toros “México”. Domingo 2 de enero de 2011. Cartel: Francisco Marco, Omar Villaseñor y Pepe López con 6 de Carranco.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE

José Deleito y Piñuela escribió hace muchos años un libro maravilloso: …También se divierte el pueblo.[1]Dicha obra recoge la expresión espontánea de un pueblo que, como el español se dejaba notar con la fuerza inaudita de lo cotidiano en el siglo XVII, que además se encuentra tan ligado con ese otro “siglo de oro de las letras españolas”. Viene a cuento todo lo anterior porque este último domingo, cuando estábamos en la creencia de que en la plaza de toros “México” se estaba celebrando una ceremonia, un ritual donde todo giraba alrededor del sacrificio y muerte de varios toros, por otro lado, la escasa asistencia que estuvo en el coso de la colonia Nochebuena, simple y sencillamente quería divertirse. No importaba con qué, pero el hecho era pasar un rato. Desafortunadamente no se encontraron con los elementos indispensables para tal propósito, de ahí que el ganado de Carranco resultase tan malo, en juego y presentación que no permitieron mayor cosa a los alternantes los cuales, cada quien en la medida de sus posibilidades, pudo salir lo mejor librado de la jornada.

Miren ustedes, cuando al final de la tarde-noche nos encontramos con que había desfilado un encierro descastado, deslucido, disparejo en presentación y otras malas virtudes, como aquella de que recibieron el mínimo de castigo en la suerte de varas, quedaba claro también que el empeño de tres espadas se había estrellado en la nada. Por un lado Francisco Marco, español, y para más señas, navarro de nacimiento tuvo que limitarse a la discreción, a pesar de ciertos momentos de riesgo mayor, pero sin redondear todo lo que se quedó en el intento. Eso sí, bien matando. Omar Villaseñor tiene un valor no sólo sereno, sino espartano y hasta suicida, se queda quieto, sabe correr la mano pero por algo que sólo él entenderá, no pudo ocultar un puntito de demagogia taurina, misma que lo llevó a quedar inédito con su primer enemigo. Pero en el segundo, cuando ya las cosas estaban más que claras con ese defecto, surgió en algún instante de la faena un percance del que por fortuna no hubo que lamentar más que el porrazo, pero como nuevamente recurrió a la demagogia, dicho factor se convirtió en marcada división de opiniones, misma que se desbordó en la prolongada petición de una oreja que finalmente no concedió la autoridad. Y cuando Omar salió al tercio, aquella división persistía, por lo que ya no tuvo arrestos para dar la vuelta al ruedo. Él mismo sabía que su esfuerzo no alcanzaba para merecer un premio de tal naturaleza. Pero buena parte de los asistentes querían divertirse. Por otro lado, hubo quien lo menos que le gritó fue “¡cirquero!” y aún así, no se enmendó, continuó por la misma senda de errores, que no es sino el resultado de un largo camino donde seguramente llegó a la plaza de toros “México” con el mínimo de rodaje, y en ese “lo tomas o lo dejas”, el moreliano no tuvo más remedio que aceptar el riesgo que supone o la resurrección o la marginación. Es una lástima que ocurran este tipo de circunstancias que ponen a muchos toreros en la gloria o el abismo.

En los mismos términos, aunque con un mejor balance, fue el saldo que obtuvo Pepe López, que mostró reciedumbre, que sólo que se quedó en buenos apuntes. Recuerdo que la última vez que se lidió otro encierro de la misma procedencia, los resultados de aquella tarde y esta no son muy distantes. Se caían, como se cayeron (aunque habrá que poner mucho cuidado en la firmeza del piso -que no arena- del ruedo de la plaza capitalina), y esos toros como los de la tarde del 2 de enero de 2011, también deslucieron en juego y presentación. Mala seña para una ganadería que, en condiciones de casta y bravura no anda nada bien.

Ojalá que este mal comienzo en lo taurino no sea más que uno de esos amargos momentos, y que pronto se olviden en un 2011 que puede estar colmado de otras tantas buenas posibilidades.


[1] José Deleito y Piñuela: …También se divierte el pueblo. Recuerdos de hace tres siglos. Romerías / Verbenas / Bailes / Carnaval / Torneos / Toros y cañas / Academias poéticas / Teatros por (…) Catedrático de Historia en la Universidad de Valencia Correspondiente de la Real Academia de la Historia, de Madrid. Miembro titular de la “Sección de Síntesis histórica” del Centre International de Synthèse, de París. Madrid, Espasa-Calpe, S.A., 1944. 299 p. Ils., fots.

 

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