GLOSARIO y DICCIONARIO TAURINOS. XXIII.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   De nuevo, y siguiendo con la labor didáctica que puso en marcha Julio Bonilla, esta debe verse como el paso adelante, del aquel primero que comenzó 24 años antes Luis G. Inclán al publicar las “Suertes de Tauromaquia”, obra salida en la propia imprenta de Inclán, en la calle de San José el Real Nº 7, y cuyo contenido tiene que ver con aquel lenguaje propio de lo taurino y que, para 1886, encontraba mayor cobertura gracias a la masiva difusión de esta “revista taurina y de espectáculos”.

   Los términos recogidos aquí, proceden del número de El Arte de la Lidia que ilustra la presente colaboración.

 DICCIONARIO TAURINO MEXICANO. (Continua).

 ALBAHIO.-Se llama al toro cuya pinta es de un blanco pajizo limpio. No contiene esta voz el Diccionario de la Academia.

 ALBARDADO.-El toro cuyo pelo, de distinto color al resto de su cuerpo, forma una especie de albarda sobre su lomo. Entiéndase que aunque tenga dicha circunstancia, nunca llaman albardados a los berrendos ni sardos.

 ALDINEGRO.-El toro que tiene negra la piel de medio cuerpo abajo en toda su longitud; pero esto no se entiende con los berrendos, sardos, jaboneros, ensabanados ni barrosos, aunque tengan aquella circunstancia. Ha de ser, pues, el toro retinto más o menos claro, colorado o cárdeno, para que con la dicha circunstancia podamos llamarle aldinegro; voz que no hemos encontrado en el Diccionario de la Academia, aunque es de las más comunes y usuales en tauromaquia.

 ALEGRAR (AL TORO).-Es cuando hallándose parado y mirando al bulto no hace por él; y para evitar que se distraiga con otro y no acuda, se le llama con alguna voz o movimiento del cuerpo, alegrándole, o sea excitándole a la acometida. Algunos banderilleros tienen gracia especial para alegrar de frente a las reses, y cuando éstas se fijan y alegran, presentan una lámina admirable por lo hermosa y arrogante, especialmente si son de buen trapío.

 ALGUACIL.-Dependiente de la autoridad que preside las funciones de toros. En España hace a caballo el despejo de la plaza, va en busca de las cuadrillas de toreros, y entrega la llave de los chiqueros al chulo encargado de abrirlos; y a pie después, en la barrera, recibe del Presidente las órdenes, y las comunica a los diestros y encargados de cumplimentarlas. Es el único de los que pisan el redondel, que conserva el uso del antiguo traje de su cargo, época del Siglo XVII, pues todos los demás trajes han sufrido con el tiempo modificaciones. En las corridas ordinarias hay dos alguaciles; en las de beneficio cuatro y en las fiestas reales muchos más. Pero no sucede lo mismo en todas las provincias, en algunas de las cuales suele hacer el despejo únicamente la fuerza pública.

   En nuestra República, jamás se ha presentado este dependiente en alguna corrida, quedando encargada la policía de hacer el despejo de la plaza, comunicar las órdenes de la Presidencia y conservar el orden. Esta debe fijarse mucho en hacerlo guardar no permitiendo que en la barrera y callejón haya más que la policía necesaria para conservarlo y la gente muy precisa para el servicio de la plaza, por si algún toro se brincase; no consintiendo ninguna más, para no distraer al ganado de su juego, llamando al toro desde los tableros e inclinándose a quitarle los palos puestos por los banderilleros. Cuidando además, de que el público no se baje al redondel antes de dar orden para que el embolado salga de los chiqueros, y de que no arroje a la plaza fruta ni menos otros objetos que puedan perjudicar a los diestros. La Presidencia, pues, debe estar muy solícita de evitar todos estos desmanes porque pueden ser de consecuencias.

 ALTERNATIVA.-Es la que da el primer espada a otro principiante, para que desde aquel momento, considerado como tal espada, pueda alternar con los demás de su clase. Generalmente se da a los banderilleros ya adelantados, que como sobresalientes o medias espadas han matado algunos toros y se les ha visto con disposición para ello. El acto de la alternativa se reduce a ceder el primer espada al nuevo el estoque y muleta para que mate en su lugar, y lo mismo hace el segundo espada si lo hay. También los picadores dan alternativa a los principiantes; aunque en estos se observa menos formalidad.

 ANILLO.-Especie de círculo o rodete que se marca en la parte inferior del cuerpo del toro, y por el cual se puede conocer la edad que tenga el mismo. Suelen algunos revisteros llamar anillo al redondel o circo de las plazas.

 AÑOJO.-Se llama al becerro que ya tiene un año de edad.

 APAREJADO.-Suelen llamar así al toro que tiene a lo largo una lista por el lomo de más anchura que la de seis o más pulgadas. Siendo más estrecha se le llama listón. 

J.M.B. 

(Continuará).

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