TOROS EN LA VILLA DE GUADALUPE, TACUBAYA, SAN BARTOLO NAUCALPAN y HASTA TOLUCA. DICIEMBRE, 1895.

CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO, EXHUMADAS HOGAÑO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

ALGUNOS ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS EN LA PLAZA DE TOROS DE LA VILLA DE GUADALUPE, TACUBAYA, SAN BARTOLO NAUCALPAN, Y TOLUCA EN DICIEMBRE DE 1895.

    Noticias de varia tonalidad son las que amenizan el presente escrito, y que, por su naturaleza consideré importante recoger, ya que provienen de viejos volúmenes periodísticos, resguardados en el Fondo Reservado de nuestra Biblioteca Nacional.[1] En ellas, se deja notar un vago intento por parte de periodistas que apenas se dejan conocer por seudónimos intrascendentes como “Rehilete” o “Careto”, que nada nos dicen sobre los otros personajes que para esa época final del siglo XIX estaban haciendo una labor mucho más contundente. EL DIARIO. Político, informativo, jocoso e ilustrado fue uno más de los muchos periódicos que aparecieron de manera efímera en el horizonte de la vida nacional, pero que así como aparecían, desaparecían. Por aquellos tiempos estaba llegando a su fin la larga vida del Siglo XIX, una de las publicaciones más anquilosadas del siglo en cuestión, constituyéndose en ejemplo evidente de la proyección de los diversos acontecimientos de carácter local o nacional que tanto cimbraron al país, sobre todo en su segunda mitad. No se puede mostrar una actitud despectiva por noticias como las que aquí se recogen, en virtud de que a través de ellas conocemos la forma en que el espectáculo taurino tuvo movimiento en sitios a veces omitidos por la prensa capitalina, que a veces en afanes absolutamente elitistas no se concentraban más que en plazas como la de “Bucareli”; quizá la de Toluca o la de Puebla, y pare usted de contar. Aquellas como la de la Villa de Guadalupe, Tacubaya, o San Bartolo Naucalpan, quedaban para esa otra prensa que, como la de EL DIARIO sí llegó a ocuparse de estas circunstancias de “cuernos”.

   Por la naturaleza de estas noticias, ampliamente reseñadas, no me queda sino permitirle al lector la gozosa lectura de cinco noticias que dan cuenta no solo de la corrida más reciente, sino también del próximo arribo a este país de Luis Mazzantini, quien con esa nueva visita lograría una más de sus célebres “Temporadas Mazzantini”. Una de las crónicas tiene el bello encanto de un aderezo poético que tiene, por consecuencia, un valor agregado.

 EL DIARIO. Político, informativo, jocoso e ilustrado. Año I, N° 7. México, lunes 2 de diciembre de 1895.

 NOVILLADA EN LA VILLA DE GUADALUPE

CRÓNICA DE LA LIDIA.-DERRUMBE DE UN TENDIDO. HERIDOS Y CONTUSOS.

    Las autoridades de la Villa de Guadalupe, para obsequiar a los concurrentes a la feria que actualmente tiene lugar allí, organizaron una novillada que tuvo lugar ayer en la tarde en la plaza que al efecto se improvisó en la plazuela que queda frente al Panteón de ese lugar.

   Desde las primeras horas de la tarde comenzaron a llegar los invitados en número crecido, invadiendo las localidades del pequeño circo. Desde mucho antes que la novillada diera principio, la plaza estaba completamente ocupada, en su mayoría por familias distinguidas.

   Sonó la hora, y bajo la presidencia de las Sritas. Palomo y Cabrera, dio principio la novillada como es costumbre, con el paseo de cuadrilla que capitaneaba Carlos Montes de Oca.

   Después salió el

1° Negro azabache, corniapretado y corto. Los de aupa agujerearon la piel del pobre animalito, cuatro veces y se ordenó el cambio de pareja, Castro y Jiménez: el primero puso dos sobaquillos; el segundo un par y medio muy aceptables. Montes de Oca pasó de muleta regularmente y… lazo. El segundo novillo fue castaño encendido, y blanco de cuerna: dos lanzazos, cuatro palos, y…. lazo.

   El tercero, de la misma pinta, que el primero, que como el 4°, 5° y 6° fue recortado, pareado y seguida vuelto al corral.

   Resumen (¿?) NO hay de qué hacerlo, toros, y toros, muy aceptables y muy… baratos.

   Los toretes no fueron muertos, obedeciendo la prohibición del Sr. Presidente de la República, prohibición que fueron nuestros lectores los primeros en conocer.

   Serían como las cuatro de la tarde, cuando al pisar la arena de la plaza el primer novillo, se oyó un ruido sordo parecido al de un montón de huesos que cae; se había derribado un templete que construyó Don Romualdo Leal, sin permiso de la autoridad, para especular con los aficionados que no podían penetrar al tendido de la plaza, por no tener cabida la gente.

   Al romperse los tablones de que el templete estaba formado, cayeron como de unas doce varas de altura más de cien personas que habían entrado a divertirse.

   En la caída hubo muchísimos contusos de poca importancia, que fueron curados en la casa de Leal.

   La autoridad política, luego que tuvo conocimiento del hecho, mandó desalojar el sitio que ya lo estaba, por haberse caído todos los concurrentes.

    Casi todos los contusos no sufrieron cosa mayor, que el susto, y algunos solo permanecían dentro de la casa por ver si se les devolvía su entrada que era de diez centavos por persona.

   Hubo un herido de gravedad, que fue el hijo del Juez de Otumba, el joven Prisciliano Flores, al cual se le fracturó una pierna, que seguramente le será amputada.

   Fue aprehendido Leal y conducido a la cárcel, adonde estuvo el Juez de 1ª Instancia, practicando las primeras diligencias.

 –: Martes 3 de diciembre de 1895, N° 8

 MAZZANTINI VIENE A MÉXICO.

EL DOMINGO HABRÁ CORRIDA EN TACUBAYA.

    En cuanto fue concedido nuevamente permiso para que hubiera corridas de toros en el Distrito Federal, varios capitalistas le hicieron proposiciones a los toreros españoles de cartel para que vinieran a hacer una temporada.

   De esas proposiciones recibió varias el célebre diestro Luis Mazzantini, siendo una de ellas la del rico comerciante de Pachuca Sr. Maquivar, quien le ofreció a Mazzantini 15,000 pesos por una temporada de 5 corridas, siempre que trajera una cuadrilla de cartel completa.

   Mazzantini acaba de contestar al Sr. Maquivar que acepta la proposición, y que solo espera el anticipo de costumbre en estos casos, para ponerse en camino rumbo a México.

   Y es casi seguro que veamos trabajar por tercera vez en México a Mazzantini; pues ayer se decía con mucha insistencia por personas que afirmaron estar bien enteradas, que el Sr. Presidente de la República, concedería nuevamente permiso para las lidias taurinas, pues solo había querido al suspender la corrida del domingo último, escarmentar a la Empresa de Bucareli y a los escandalosos.

   La corrida del domingo próximo tendrá lugar en Tacubaya, y en ella estoquearán Quinito y El Boto.

 –: Lunes 9 de diciembre de 1895, N° 14

 CRÓNICA DE LA CORRIDA DE TOROS DE SAN BARTOLO NAUCALPAN.

GRAVE COGIDA DEL BANDERILLERO LEÓN CORTÉS. ES CASI SEGURA SU MUERTE.

    A las tres y media en punto sin que pasara un momento, se presentó el presidente y comenzó el argumento. 

Y después que la cuadrilla

Cambió las de fina seda,

Se colocaron los chicos

Y dio principio la brega.

   Se abrió la puerta del chiquero y salió el primer bicho castaño carinegro, meleno. Pimienta moja una regular: “El Portugués” 1 con penco herido y desbocado. Centeno y Zocato recortan. El buró muestra asco a la pica y el caballo de “Portugués” que lo había sembrado, se mete sin poder montar. Lo substituye “Arierro” que pone una con mariposa herida y voltereta del jinete. Vuelve “Portugués”. Tardeando, se cuela suelto al “Portugués” dándole un tumbo y destripando al jaco. “Arriero” una buena vara.

   León Cortés cuartea un par caído y el toro salta al callejón y vuelve.

   Jilguerito un par al sesgo, regular y otro brinco del cornúpeto. El toro voltea la cara a las banderillas. León al citar se le va el toro cortándole el terreno, lo engancha por la ingle y lo voltea y haciendo por él le da dos cornadas.

   Centeno dos pases y sale perseguido por aquel ladrón. Dos pases y aprovechando la querencia de las tablas que le da el toro, le propina al bandido animal, una gran estocada que no le fue aplaudida lo que merecía.

 SEGUNDO, berrendo en retinto, bizco del derecho, apretado, pando y flacochón.

   Zocato unas verónicas. Arriero una vara sin novedad. Centeno unas verónicas. Portugués una sin novedad.

   Arriero una con palmas. El Portugués es desmontado y Centeno lo hace salir del caso. Chiquilín una salida en falso y perseguida, dejando el par en la arena.

   Al cuarteo, deja un par abierto. Una buena larga de Filomeno con palmas. Montelirio un cuarteo desigual. Chiquilín aprovechando un par cayendo en el hocico sin consecuencias. Montelirio idem idem, su par malito.

   “Zocato”, desconfiado y movido, da un alto y luego otro y el toro se le cuela. Sin parar y ayudado de Santillo, da dos altos, otro idem, otro igual y otro más. El animalito había aprendido hasta retórica y quería coger; desparramaba la vista y hace tomar el olivo al espada que se las vió prietas. Un alto y cuarteando, se arranca con una caída delantera, y con tendencias.

   En las tablas y cuarteando que da gusto, otra exactamente en el mismo sitio que la primera. Palmas frías y pitos calientes.

   Tercero, castaño encendido, cornigacho, apretadísimo, astillado del derecho y mogón del izquierdo.

   Daoiz una pica nadando y con sardina lesionada, “Arriero” tres, muy buenas, la última, recargando. Daoiz una, quedándose dormido el toro en braguero del caballo que había enganchado.

   Susanillo cuartea un par bien puesto. Filomeno un recorte y el toro se va al olivo y un soberbio par aguantando.

   Palmas y dianas Santillo un aceptable.

   Centeno un cambio con la muleta, un alto, un cambiado, otro ídem, un natural, un cambiado, otro; un medio y entrando derecho, un buen pinchazo que aplaude sombra; un alto, otro y tirándose recto, una caída contraria por atracarse de toros y que resultó atravesada; más trapo y un pinchazo, otro pinchazo; un intento y otro, tocando. Puntilla.

 CUARTO TORO. Castaño alto, vuelto y astifino, “Zocato” dos verónicas. “Arriero” uno con penco mancado y otra con arranque escabechado. Zocato tres verónicas y una navarra. “Arriero” una y penco herido. Daoiz, tres varas. Pimienta una después del toque.

   “Jilguerito” un cuarteo un par y Montelirio aprovechó otro, caídos ambos “Jilguerito”, un medio de sobaquillo. Montelirio sale en falso y perseguido arrojando los palos. “Jilguerito” se mete donde no lo llamaban y Centeno lo llama al orden. Montelirio un cuarteo y “Jilguerito” uno al sesgo.

   Zocato un cambiado, un alto, un cambiado, dos altos, muy movidos. Sin igualar, se tiró con una caída, saltando el estoque en pedazos. El toro brinca al callejón. Un alto y de lejos, cuarteando, volteando la fila y arqueando el brazo, una honda y caída; sin igualar, un pinchazo bien señalado, saliendo el diestro de naja. Sin pases y volteando la cara, una hilvanada delantera y contraria. Silva colosal. El toro se echó de aburrido y el puntillero remató.

   Quinto y último, gateado listón, ojalao, astiblanco y bien armado. Centeno 2 verónicas. Un refilón de Daoiz. Arriero una con tumbo. Daoiz una y aleluya perforada. El bicho hizo una visita al callejón y repitió la suerte, dando dos sustos a los asoleados, pues quería pasar a los tendidos. Toque y salieron los mansos.

  SUSTITUTO. Retinto, gacho y apretado. “Zocato” le paró los pies con dos verónicas. “Pimienta” y “Arriero” otra con tumbo, otra de “Pimienta” con palmas. “Arriero” una con tumbo al descubierto al quite oportuno la cuadrilla. Daoiz montó el caballo del “Arriero”. Este una vara con tumbo. “Zocato” al quite coleando.

   “Zocato” toma los palos y él y Centeno se encargan del tercio.

   El primero, al cambio, un par caído y Centeno, aprovechando, otro delantero desigual.

   “Zocato” uno al cuarteo, abierto y Centeno en igual forma, un palo delantero y fea.

   Santillo se arma y ayudado por Quinito que se bajó del tendido, dio algunos pases y un metisaca corto. Más pases de aplauso para el Quinito y Santillo, sin saberlo, suelta una muy buena estocada que fue bastante.

   La cosa se volvió guasa y varios toreros cargan al matador como si lo fueran a descuartizar.

   Y vamos al RESUMEN. Los toros de Atenco, de primera clase, realmente de primera, y hasta de clase extra, como flacos y feos.

   El primero y segundo con más sentido del necesario. Todos recelosos, brincones y sin bravura.

   Decididamente esa ganadería ha pasado o más bien, debe pasar al sexto de lo inútil.

   De los picadores, Daoiz y Arriero. El portugués salió acompañado de una mona además de la que llevaba en las piernas y fue retirado del ruedo por Centeno.

   En banderillas, Filomeno, que puso un gran par.

   Centeno, revelando en el primer toro, que cuando quiere sabe lo que trae entre manos, pues lo tomó en la querencia de las tablas, dándoselas como las pedía el toro. En su segundo, tirándose como Dios manda. En banderillas mal, con el capote bien y en quites lo mismo, excepto en la cogida de León, que todos se aturrullaron y no dieron pie con bola. En dirección, queriendo y no pudiendo.

   “Zocato” bien con el percal, regular en algunos pases y mal en otros; muy desconfiado y bailarín y a la hora suprema impasable con volteaditas de la figura, arqueada de brazo y cuarteando fenomenalmente.

   La presidencia, peor que los toros.

   La tarde buena; la entrada bastante regular y tuti cuanti.

   León Cortés, en la cogida que sufrió, recibió un golpe contuso con la pala del cuerno, en el vientre al ser enganchado y volteado, un puntazo en el pliegue glúteo de la pierna izquierda, y una fuerte contusión en la frente.

   La corrida, en general, resultó muy mala.

REHILETE.

 –: Viernes 13 de diciembre de 1895, N° 18

 RESEÑA DE LA CORRIDA DE TOROS CELEBRADA EN TOLUCA EL 12 DE DICIEMBRE.

    Bajo la presidencia del Sr. Alfredo Ferrat, que se presentó a las 3 y 35, se dio principio a la lidia de los de Ayala.

   El primero, castaño, verdugo, ojo de perdiz, y abierto, fue burriciego de segundo. Zocato se abrió de capa con cuatro verónicas movidas y una navarra. Colorín un recorte. Mazzantini una con tumbo. Arriero una sin dejar llegar y otra mediana. Mazzantini una con desarme.

   El sordo, previas tres salidas en falso por no hacer el toro por él, uno al cuarteo, bueno. Barciela es perseguido, se deja caer y el toro hace por él, sin consecuencias, estando al quite Colorín. Aplausos al Ostión, que deja un buen par al cuarteo. El toro se huye y Sordo coloca al sesgo un par muy bueno. Barciela quiso aprovechar y se cambió el tercio.

   Zocato, muy movido y desconfiado da cuatro altos y cuarteando da una corta delantera; después de algunos sustos y pasadas sin herir, por no llegar, suelta dos pinchazos y un sablazo infame, oyendo el toque de lazo.

   Segundo, negro zaino, bien armado; Colorín 5 verónicas, algo movidas las tres primeras. Arriero 1 con tumbo y mariposa perforada; Mazzantini 1 tumbo y chupamirto agujereado, haciendo un buen quite Colorín. González 1 con tumbo. Colorín recorta con adornos. Montelirio una salida en falso y un par en la arena; a media vuelta coloca un par caído. Chiquitín 1 a media vuelta y termina Montelirio con uno al cuarteo.

   Colorín, ceñido y parando, da tres altos, dos cambiados, uno de pecho, un sevillano y unas monaditas para un pinchazo, escupiéndose el toro; más pases y en las tablas, una media, baja; trapo y un pinchazo, echándose fuera; una media delantera, una corta y lazo. El toro estaba huido y se tapaba.

   Tercero, castaño encendido, ojo de perdiz, astiblanco y cornialto. Mazzantini tres varas con un tumbo y penco perforado; Arriero un puyazo; Colorín cuatro verónicas y el toro se va a lamer los tableros. Sordo un par cuarteando y luego un medio; Mazzantini uno aprovechando, en las costillas y previas dos salidas otro par malísimo. Zocato, bailando boleras, da algunos pases y se arranca, cuarteando, para un pinchazo más trapo y más baile, para pasarse sin herir, otro pinchazo, y un bajonazo. La música tocó diana. ¡Horror!

   Cuarto, retinto lomipardo y abierto. Colorín 4 verónicas y unas monaditas. Seis malísimos puyazos de García y González por un murciélago difunto; otras monaditas de Colorín. Perdigón un magnífico cuarteo. Chiquilín una perseguida y Colorín juega con el bicho al hacer el quite; Chiquilín un medio de sobaquillo; Perdigón un buen par al sesgo. Colorín 3 cambiados, un alto y dos naturales, para un pinchazo y una media. Puntilla.

     Quinto, negro zaino y corto. Zocato dos galleos con el capote al brazo. Colorín un galleo y un recorte. Zocato 3 verónicas movidas, González dos puyazos y vuelve al corral.

   Sustituto castaño enchilado, hociblanco, abierto y vuelto. Piedad y González cuatro pésimos lanzazos tapándole la salida. Colorín cinco verónicas. Barciela un abierto al cuarteo y uno caído a toro parado. Mazzantini un abierto y medio en los costillares.

   Zocato hizo un conato de cambio y varios trapazos con baile para una contraria y caída, un pinchazo a volapié, echándose fuera, otro en las tablas y un descabello.

   Sexto, al corral y le siguió el sustituto, con bronca al canto y salió el segundo sustituto, negro zaino, que con dos refilonazos pasó a banderillas ya de noche. Montelirio un cuarteo y medio par a media vuelta; Perdigón un palito a media vuelta.

   Colorín lo despachó al desolladero de un pinchazo y una media caída.

 RESUMEN

 Ganado, pésimo como pocos.

Zocato, como el ganado.

Colorín, valiente y dándose vuelo con las monerías.

De los picadores, ni el arriero.

En banderillas, Perdigón en un par.

Servicio de plaza, malo.

El de caballos, peor.

La presidencia, bien al empezar la corrida y muy mal después.

Entrada, regular en sol y floja en sombra.

El servicio del ferrocarril, a pedir de boca.

Y hasta el domingo, si Dios quiere.

                  CARETO.

 –: Lunes 16 de diciembre de 1895, N° 21

 CUERNOS EN TOLUCA. RESEÑA DE LA CORRIDA DE TOROS DE AYER.

 La afición no viene a menos,

Los toros siguen en auge

Y el público iría hasta el Congo

Con tal de aplaudir los pases

Del “Quinito”, o los del “Boto”;

Del “Perdigón” buenos pares;

Y los tumbos del “Fortuna”

Y de los chicos los lances.

A Toluca vamos presto

Andando, que se hace tarde.

Que al par de ver la corrida

Veremos rostros de ángeles;

Porque son las Toluqueñas

Bocato di Cardinale.

La máquina alegremente

Da sus silbatos al aire,

Cruje el convoy y se aleja

En medio de los maizales.

Se va el camino admirando

Que tiene bellezas grandes

Y la vista se recrea

Al ver abajo, en el valle,

Al pasar por la alta cima

El pueblo de Ocoyoacaque,

Luego se divisa Lerma

Y al fin la meta del viaje,

Donde se espera la fiesta

Que por engaños y fraudes

Han suprimido en la Corte

Las buenas autoridades.

Ya la plaza está repleta,

El público está que se arde,

Y al fin el juez a su palco

Llega a presidir. Ya se abre

La puerta de los suspiros,

Y vienen los capitanes

Al frente de sus muchachos

Y va a comenzar la brega.

¡Lean ustedes adelante!

(Servicio telegráfico, especial para El Diario).

    Ocupó la presidencia el Sr. Pedro Zúñiga, sonó el clarín y saltó el

PRIMERO, castaño y delantero. El “Chato” pone una vara y es volteado. De “Fortuna” y “Castañero” recibe el animalito tres puyas y mandó de paseo tres mariposas.

   De pareja salen “El Sordo” que coloca un par al cuarteo y Barciela uno al sesgo.

   Quinito cumple con el Juez y da cuatro altos, dos cambiados y a volapié una corta delantera; más pases para una corta y delantera también que fue suficiente.

SEGUNDO, el segundo de Atenco vestía flux castaño encendido y era gacho.

   El Boto le da dos verónicas. De tanda Pérez y Fortuna que ponen cuatro varas respectivamente.

   Quinito emplea mal sistema para agradar: y el buró pasa a manos de “Pipa Grande” y de “Perdigón”. El primero pone dos pares al cuarteo y el segundo dos al sesgo.

   El Boto después de brindar a la presidencia se encara con el bicho y emplea la siguiente faena: ocho naturales, cinco altos, dos cambiados y uno de pecho a cambio de dos pinchazos y una estocada delantera y caída.

   El puntillero se encargó de darle su pasaporte.

 TERCERO

   Castaño claro, apretado y de muchos pies.

   La saludó Quinito con tres verónicas, una de farol y dos aragonesas. Palmas al muchacho.

   Los de aúpa eran Pérez, Tolima y Castañero, quienes mojaron cinco veces por orden cronológico.

   Forman los zarcillos “Santillo” y el “Moreno” y cumplen su cometido de la manera siguiente: el primero un par al cuarteo, el segundo otro del mismo modo; repite “Santillo” con otro igual y finaliza “Moreno” con medio al cuarteo.

   Navarro empuña los trastos y da 3 cambiados, cuatro naturales superiores, dos de pecho para un pinchazo. Más pases para una corta barrenando. Después una honda tendida, un intento y el bicho se acuesta, concluyendo con él el puntillero. Palmas al “Quinito”.

CUARTO

Retinto, meleno, bizco del izquierdo y corto.

   El Boto sacude el trapo tres veces. Recibió de los de tanda siete varas. El Perdigón uno al cuarteo bueno; el Madrileño otro en la mis forma; otro bueno también del Perdigón, cuarteando; y por fin, el Madrileño, otro par al cuarteo de igual manera.

   El Boto, para despachar a la fiera, emplea diez naturales, tres cambiados y tres altos para tirarse con una corta arrancando. Después cuatro altos, dos naturales y una honda caída que bastó. El diestro escuchó pocas palmas.

QUINTO

   El quinto que finalizaba la corrida era berrendo en castaño. Navarro dio tres verónicas y después entre él y el Boto torearon al animalito varis veces.

   Los de caballería le tentaron la piel a la res cuatro veces cayendo en una de ellas uno de los piqueros. Al quite el Quinito coleando.

   Se pasó al segundo tercio encargándose de desempeñarlo el Sordo y el Pipa, que adornaron al bicho con cuatro pares al cuarteo.

   Quinito da un alto, un redondo, dos naturales, sufre una colada y da después una honda contraria en las tablas, terminando su faena con un descorde.

   Resumen.

Espadas.-Quinito bien en su segundo toro, en el que escuchó aplausos por su buen trasteo y por la fe con q1ue entró a matar. En la brega estuvo trabajador y oportuno en los quites. Dirigiendo así, así El Boto-Regular haciéndose aplaudir con “Quinito” al torear al alimón. En la dirección a la altura de Navarro.

   Banderillas.-un par del Perdigón al cuarto toro.

   Picadores.-Como siempre.

   Ganado.-Cumpliendo sin hacer cosas notables.

   Presidencia.-Medianamente regular.

   En lo general la corrida dejó satisfecho a los aficionados.

___________________________________________

[1] Universidad Nacional Autónoma de México. Hemeroteca Nacional, Fondo Reservado. Vol. 91, Miscelánea Mexicana del siglo XIX.

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