EFEMÉRIDES TAURINAS MEXICANAS DEL SIGLO XX.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Nace y muere en haciendas taurinas.
Jorge Aguilar González (Tlaxcala, 1927-1981), conocido en el mundo del toro como El Ranchero, vive sus años mozos en Piedras Negras. Desde muy joven demostró grandes capacidades para luego convertirse en figura del toreo. Fallece de un infarto al corazón mientras tienta una vaquilla en Coaxamaluca.
Su historia, representación fiel del sentimiento tlaxcalteca, está escrita en el campo, en ese paisaje bravío que solo conocen los habitantes de una ganadería, los dueños de la naturaleza toda.
Torero de muchas faenas, con un cuerpo más para mostrar el fondo que la forma en la expresión artística, desinhibido y siempre echado pa´lante, se le recuerdan varias obras inmortales: la de Montero de San Mateo o la de Náufrago de La Laguna, con las que demuestra una sólida tauromaquia fincada en el aprendizaje natural de sus largas estadías en las haciendas de Piedras Negras, en la propia La Laguna, Coaxamaluca o Zotoluca.
De su faena a Montero, considerada la mejor de su carrera de matador de toros, el antiranchero Carlos León, escribe:
Faena de escándalo de las que pueden convertir rápidamente en “figura” del toreo a su realizador, fundamentalmente izquierdista, pues las tandas de naturales cumbres se sucedieron como apariciones milagrosas, dieron la seriedad que requiere toda faena grande. Y junto a esa verdad, la variedad de los pases cambiando el viaje, que sorprendieron al público por novedosos. ¡Qué gran faena! (…) Cuando mató de una estocada corta, ya los tendidos eran un manicomio. Las dos orejas, el rabo y la salida en hombros, entronizaba a un nuevo ídolo que supo rectificar el curso erróneo y aprender a tiempo…
Después, debido a su recia personalidad que apuesta a señalar las cosas por su nombre y nunca bajar la cabeza, ya sea en la plaza, ya sea en la administración política, es designado como tesorero de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos. Lamentablemente ciertas diferencias habidas con integrantes de su organización lo condenan al ostracismo por lo que algunas empresas lo marginan, de ahí que decidiera despedirse de los toros el 11 de febrero de 1968 en la plaza “México”, no sin antes dejar un legado de autenticidad que le da origen, matiz, seriedad y universalidad a los toreros nacidos en Tlaxcala, el estado mexicano con mayor número de ganaderías de bravo, símbolo en esos años de la grandeza de nuestro toro, de nuestros matadores y de nuestra fiesta.
No conforme con lo escrito hasta aquí, me parece justo reunir a continuación algunos versos más que han sido localizados, y donde la figura señera del “Ranchero” Aguilar fue motivo de exaltación desde ese peculiar género literario. Veamos.
Ca. 1980
CORRIDO.
JORGE AGUILAR “EL RANCHERO”
Tlaxcalteca, cien por ciento
campirano y buen torero
fue valor y sentimiento
Jorge Aguilar “El Ranchero”.
El veintisiete de enero
a las doce horas cabales
murió en “la raya”, “El Ranchero”
bordando tres naturales.
Fue el año de ochenta y uno
que no olvidaremos nunca.
Un ataque inoportuno,
lo mató en Coaxamalucan.
Tlaxcala llora con pena
y lo llora el mundo entero.
¡Sabemos que tu faena
la terminaste en el cielo!
La Malinche se lamenta
con ayes de sufrimiento,
pues fue testigo en la tienta
de ese terrible momento.
Los toros braman inquietos.
Las vacas se arremolinan.
Los bueyes se quedan quietos
y los pájaros, no trinan.
Los caporales se agachan
con lágrimas lastimeras.
Los “maletillas” se marchan
a soñar glorias toreras.
Ya me voy, ya me despido
ténganlo ustedes presente:
Que el torero que se ha ido
fue el mejor y el más valiente.
Héctor de Jesús “Hachegé”
En el libro más reciente que se ha publicado para recordarnos a Jorge Aguilar González, se encuentra el escrito por Carlos Hernández González, cuyo título es Jorge Aguilar El Ranchero. Un gran torero. Un gran hombre.[1]
Allí encontramos la recolección de otro conjunto interesante de versos que serán la extensión de este pequeño homenaje.
Un poema por su despedida (1968).
El Ranchero ya se va. Las palomas se remontan y se dirigen al cielo
este cielo de Tlaxcala, el mejor del mundo entero
que vistió de azul y plata al ver nacer al torero.
No volverán esas aves que se llevan en su vuelo
aquellas grandes faenas que realizara el maestro
con la muleta en la izquierda, en los medios de los ruedos
¡y en las cumbres del toreo!
¿Quién no recuerda la tarde que inmortalizó a Montero?
y aquella faena de ensueño que le bordó a Bogoteño
y a Náufrago, a Arriero y a Viajero
muchas otras tantas más, que en México y en España
no se olvidará jamás.
Algunas tardes también, te vestiste de corinto
el corinto de tu sangre que derramaste en el ruedo
en esa arena insaciable de la sangre del torero
pero a la que hay que regar, para llegarse a consagrar.
Como en el ocaso del sol; el astro que se retira con brillante resplandor,
al cortarte el añadido has agregado a tu lista el nombre de Forjador
¡Vete orgulloso Ranchero! ¡Vete tranquilo torero!
Que la huella que dejaste en tu paso imperecedero
no la borrará ninguno así se llame ¡el primero!
Mariano Muñoz González.
El Ranchero ya se va, marzo de 1968.
Jorge Aguilar junto a Carlos Arruza. España, 1953.
Rimas dedicadas por la Asociación Taurina de Puebla. (1968).
De tierra tlaxcalteca
un gran torero salió
que siempre con valentía,
a los toros se enfrentó.
Quien no conoce señores?
a aquel que inmortalizó
a los toros “Cartonero”,
“Bogoteño” y “Forjador”?
De Jorge Aguilar “El Ranchero”,
es de quien les hablo yo,
y hoy la Asociación Poblana,
“Ranchero”, les dice adiós…
La Asociación Taurina Poblana,
con tristeza hoy se engalana,
para darle un adiós sincero
a Jorge Aguilar “El Ranchero”.
Hoy dos de marzo “Ranchero”
queremos decirle adiós,
y deseamos que en adelante
¡suerte y salud! Le de Dios.
Señores en esta noche
despedimos a un gran torero,
de quien no ha visto torear,
a Jorge Aguilar “El Ranchero”.[2]

Enorme derechazo del “Ranchero” en su campaña española.
Lágrimas a un torero.
Todo un hombre en su casa, todo un torero en la plaza
férreo en el tentadero, implacable en el herradero
así era Jorge Aguilar “El Ranchero”.
Qué tragedia, qué pena que esa cita se cumpliera
los toros mugen en el potrero, extrañan a Jorge Aguilar
ya no lo verán torero ni tampoco lo verán colear.
Aires de campo taurino que le rodea las cienes
como un laurel de triunfo que coronaba a los reyes.
Por ese camino real que conduce al derribadero
van los caporales cantando a las coplas del Ranchero.
Los públicos mudos quedaban por la muerte del torero
y dos corceles tiraban en un 28 de enero de la carroza del Ranchero.
¡Qué suave con el capote!
¡Qué poderoso con la muleta!
¡Qué recio en el potrero!
¡Qué puntual a la cita final!
¡Qué enorme hasta la muerte!
En el último pase de la vida a la eternidad.
El Ranchero murió tentando embriagado de placer
cuando las dos estaban sonando
en la tierra que lo vio nacer.
¡Estás enorme Ranchero!
le gritaron del tendido, mas él ya no se enteraba
a la muerte iba en camino,
su gente lo ha sentido… lloren… lloren caporales
que el Ranchero ha partido.
Poema de Manuel González Rosas, marzo de 1981.[3]

¡Extraordinario!
Torero de campo bravo…
Torero de campo bravo, donde crece el sabinal,
torero de Piedras Negras de estilo muy personald
de ahí eres Jorge Aguilar.
Los potreros ya callados, las ramas de los sabinos
quietas quedaron y tristes
así las pencas yertas de los magueyales
Así el agua de los jagüeyes. Toditos toditos ellos
tu figura van a extrañar.
Adiós torero y castizo charro.
la afición tus faenas va a extrañar
tu toreo redondo y natural.
¡Adiós Jorge Aguilar “El Ranchero”!
el torero charro por tradición.
¡Adiós, Ranchero!
Rimas de Joaquín López, 1981.[4]
Tienen razón los versos que se escribieron en torno al “Ranchero”.
En memoria.
Jorge Aguilar “El Ranchero” gran torero tlaxcalteca
que venías de tu tierra para traer a la fiesta
el sabor y la solera de tu muleta campera…
Muleta como un tesoro que al obedecer tu mando
derrochaba ante el toro pases con olor a nardo.
Con gallardía y con arrojo, cual filigranas de oro
cincelabas frente al toro faenas de hondo sentimiento
de belleza y de verdad que hacían vibrar a las plazas
con emoción singular.
Dios te guarde mexicano, Dios te acoja, gran torero
y te premie con la gloria que mereces, buen Ranchero.
Romance de Graciela Palomino de Rivera.[5]
Ranchero Aguilar (Pasodoble)
Todo un torero de los pies a la cabeza
es el “Ranchero por su majeza”
serio y valiente por su clase y por su temple
arma alboroto por donde va.
En su muleta hay son de pandereta
como “El Ranchero” en el ruedo no hay dos
que toreen igual.
Genio y figura en sus lances de locura
“Emperador del bien torear”
Jorge Aguilar, te consagró la afición pues tienes tú
muy grande el corazón.
Al dibujar un natural bajo tus pies va floreciendo un rosal.
“As” del cartel siempre serás el mejor,
haces temblar por tu valor, cuando sales a triunfar.
“Ranchero” sin par; y que se quite todo el mundo
que ahí está Jorge Aguilar.
Antonio Silva.[6]
En 1952, fue motivo de otro pasodoble, este dedicado por Luis Piedras Días, que va así:
Jorge Aguilar “El Ranchero”
Jorge Aguilar
ranchero regional
torero, tlaxcalteca
torero singular
te viera Don Wiliulfoa
ahora a ti torear en
la grandiosa plaza, la
Gran Monumental
Has dado grandes tarde de
las que saber dar, tus lances
naturales de temple
y de valor en el pase de
pecho eres un gran señor
Torero, torerazo,
Torero de verdad
te esperan muchas glorias
España y Portugal
tu casta de torero y
tus ansias de triunfar
que allá en la Madre
España tu vuelvas a triunfar
torero macho eres
JORGE AGUILAR.[7]

La necesaria publicidad para reafirmar su imperio. El Ruedo de México, 1953.
Finalmente, estos otros versos anónimos escritos en 1957:
Ranchero Aguilar.
Artistas
valientes
de corazón
con temple y pundonor,
se han visto
en el ruedo.
Pero el sabor
y tu valor
nadie podrá igualar;
¡qué forma de torear
Ranchero
tú eres
la sensaciónd
de una generación.
Artista
valiente
siempre serás
la admiración
Te gritarán olé
Torero mexicano.
Muy serio
te arrimas
al toro bien plantado
¡Qué dicha
la tuya!
Que siempre eres el amo,
recibes
claveles
con besos de las hembras
RANCHERO,
tú eres
el amo donde quiera.[8]
Don Jorge Aguilar: todo esto en su honor. Honor a quien honor merece.
[1] Carlos Hernández González: Jorge Aguilar El Ranchero. Un gran torero. Un gran hombre. Tlaxcala, Gobierno del Estado de Tlaxcala, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, 2015. 381 p. Ils., ftos., grabs., facs.
[2] Op. Cit., p. 212.
[3] Ibidem., p. 342.
[4] Ibid., p. 343.
[5] Ib.
[6] Ib., p. 364.
[7] Ib., p. 368.
[8] Ib., p. 369.