REVELANDO IMÁGENES TAURINAS MEXICANAS.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Si hubiese que establecer cuál o cuáles son las primeras fotografías taurinas registradas en México, de inmediato me remito a cinco de seis ejemplos:
1.-1853: Retrato litográfico o ambrotipo, en el que aparece Bernardo Gaviño.
2.-1859-1861: Albúmina, incluida en el Álbum Fotográfico Mexicano, cuya coautoría corresponde a Desiré de Charnay y Julio Michaud. El personaje retratado es, con toda seguridad, el entonces célebre picador de toros Magdaleno Vera.
3.-De la misma obra, aunque quizá correspondiente a la edición de 1861, se incluye esta impecable albúmina, que muestra en primer término la célebre estatua de “Carlos IV” y detrás de ella la plaza de toros “Paseo Nuevo”, ubicadas en el corazón de aquel espacio urbano que originalmente se denominó “Paseo de Bucareli”.
4.-Albúmina, imagen atribuida a François Aubert, registro del año 1865. Se trata de la plaza de toros “San Pedro”, inaugurada en ese año, y que forma parte de la exposición que aquí se promueve.
5.-Fotografía estereoscópica, cuyo trabajo final es la aplicación de la técnica en albúmina, muestra el interior de la plaza de toros “Paseo Nuevo” (hacia 1870), para entonces ya bastante deteriorada. Esta imagen pertenece a la Col. “Felipe Teixidor”, perteneciente al Archivo General de la Nación.
Una sexta imagen, que solo cito es una “tarjeta de visita”, en la que aparece el diestro Jesús Villegas “El Catrín”, la cual debe remontarse hacia 1875. La pude apreciar en un museo privado que se ubica en Guadalajara, Jal.
En esta ocasión, me referiré a la cuarta imagen, misma que puedo considerar como una nueva contribución, debida al quehacer del fotógrafo francés F. Aubert.
Dar con ella fue todo un deleite, pues se encuentra incorporada en la excelente exposición dedicada a “Alfred Briquet. 1833-1926”, que actualmente sigue en exhibición en el Museo Nacional de Arte, Tacuba 8, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En apenas un pequeño espacio, pero suficiente para una razonada y bien resuelta museografía, es posible observar el material no solo de Briquet, a quien se encuentra dedicada la exposición, sino el trabajo de otros fotógrafos los que, en calidad de viajeros extranjeros pero con fines o encargos muy especiales, llevaron a cabo su actividad en nuestro país, por lo menos desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta los primeros años del XX. Uno de ellos fue François Aubert. De acuerdo al catálogo:
Estudia pintura en Lyon (Francia), su ciudad natal, con Hippolyte Fladrin. No se conoce la fecha exacta de su arribo a México ni se sabe si aprendió fotografía en Francia o tras llegar al país. En cualquier caso, en 1864 compra el estudio de Jules Amiel, en el número 7 de la 2ª calle de San Francisco, apenas unos meses después del inicio del breve reinado de Maximiliano. Hasta la caída del Imperio y el asesinato de Maximiliano, en junio de 1867, Aubert es el fotógrafo oficial de la corte. Este patrocinio apoya su carrera: la alta sociedad mexicana lo busca y su estudio es el más famoso de la ciudad, el cual se mantiene abierto después de la caída de Maximiliano. Es más, Aubert realiza los primeros retratos de Porfirio Díaz, pero ya está pasado de moda y demasiado ligado al antiguo régimen, por lo que deja México en 1869.
Volvemos a encontrar su rastro en 1890, en Argelia, entonces colonia francesa, donde ejerce el oficio de fotógrafo.
Muere en Condrieu, en el sur de Lyon, en 1906.[1]
Aubert ligó su trabajo con Julio Michaud, siendo su principal aportación el Álbum fotográfico mexicano, acompañado este por textos de Manuel Orozco y Berra, mismo que salió a la venta en 1861. En su contenido se incluían imágenes de diversos monumentos como la Catedral de México, el Convento de la Merced, la fuente del Salto del Agua, etc., y un conjunto de personajes, siendo uno de ellos el picador que apreciamos en esta selección. Sin embargo, la fotografía que registra en Zacatecas hacia 1865, debe haber sido resultado de algún viaje que emprendió en el curso de ese año y donde se aprecia la plaza de toros “San Pedro”, misma que, por coincidencia inauguraron por aquellos días Lino Zamora y Jesús Villegas “El Catrín”.
Esta plaza, que aún se mantiene en pie, es hoy día un conocido hotel que conserva buena parte de las características del coso…
…del cual es posible observar algunos detalles, como el hecho de que es una construcción de mampostería, con arcada visible, un discreto conjunto de filas y de no muy amplias dimensiones, y con capacidad para unos tres mil espectadores. Tiene, como se observa a la derecha del espacio elegido, la parte de las dependencias, y del lado izquierdo el sitio que pudo haberse destinado para los corrales.
Obtuvo la imagen luego de una exposición que hoy sería larga para nosotros en términos de tiempo, justo al mediodía, pues se aprecia una iluminación natural excelente. La plaza estaba a un costado del acueducto y en ella sucedieron, desde aquel 1865 y hasta la fecha en que dejó de funcionar, ya entrado el siglo XX (aproximadamente hasta 1975) infinidad de festejos que hoy día recuerdan los viejos aficionados zacatecanos.
[1] ALFRED BRIQUET. 1833-1926. (Catálogo de la exposición). México, Secretaría de Cultura-Patronato del Museo Nacional del Arte, A.C. y Museo Nacional de Arte, Ciudad de México, 2017. 85 p. Ils., fots., retrs., p. 64-65. La exposición estará a la vista hasta el 11 de febrero de 2018.