Archivo mensual: febrero 2022

CUANDO EL RITUAL SE TRASTOCA…

   Por: José Francisco Coello Ugalde

Este será un análisis duro y reflexivo al mismo tiempo.

   Cuando el ritual se trastoca es posible percibir que el orden de los factores sí afecta el producto, lo altera, lo manipula hasta hacer de aquel teorema una simple y lamentable miseria.

   Y cuando uno está convencido de que la tauromaquia debe ser protegida como espécimen en extinción, y ve uno a todos sus mercaderes abusando de ella, ¿qué ganas nos quedan por hacer una labor de salvamento cuando son aquellos que se encargan de ahogarla, de destrozarla capricho a capricho?

   La plaza “México” se ha convertido en la víctima y el abuso se ha vuelto cotidiano, denominador común de sus auténticos enterradores.

   Percibimos que la autorregulación se ha empoderado de todo cuanto sucede en ese gigantesco foro. Se han fijado unos precios estratosféricos que no se corresponden con el espectáculo ofrecido. La autoridad de la autoridad simplemente no existe y si está ahí, es porque se trata de un objeto decorativo, sin estela alguna, por consecuencia de autoridad. Con sorteos amañados, ganado que no se recibe debidamente por el conjunto todo de las “autoridades”, y ganado que en muchos casos no se trata de toros, sino de novillos. De lo permisivo de celebrar un festejo sin la presencia del inspector autoridad, ni de un veterinario reconocido. De ignorar la presencia de una cuadra de caballos en forma y no equinos débiles. De no contar con un conjunto de cabestros apropiado para arropar a aquellos ejemplares devueltos por alguna causa a los corrales. Tendidos que son a su vez, cervecerías, bares y cantinas, por donde pululan sin control vendedores de toda especie de bebidas, antojitos y postres. Carteles en papel que ya no se imprimen y que solo aparecen virtualmente. Pasillos en la plaza de los que se han apoderado otros tantos negocios, pero destacando eso sí, con notoria presencia, los sonideros que no saben de los decibeles ni de cuando empieza o termina el festejo allá adentro. El casino parece ser la joya de la corona… En fin, cuando el ritual se trastoca y todos quieren abusar de la fiesta en su sentido más realista y peyorativo, quien no aparece por ninguna parte es el reglamento taurino ni la comisión taurina, ni la autoridad en su conjunto y cuando todo ese aquelarre, ese caos se desborda, ¿qué hacer por la fiesta, por su anhelada e intocada pureza? Si en ello nos va la vida a un manojo de idealistas que creemos inocentemente en su preservación, qué decir de todas estas muestras, con las que se viene llenando y apestando el otrora coso mayor de Insurgentes, antigua caja de resonancia, plaza que daba y quitaba, sólo por el afán y la complicidad de unos cuantos, capaces de prostituirla sin más propósito que el aparente desarrollo, en condiciones normales, de una fiesta pero no de un espectáculo y mucho menos de un ritual.

Ciudad de México, 4 de febrero de 2022.

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