BLOQUEO ANTITAURINO INCONCEBIBLE. NARRACIÓN DE HECHOS.

Contradicción insalvable: si la universidad desapareciese, desaparecería la posibilidad de la crítica; al mismo tiempo, su existencia es una prueba –y más: una garantía- de la permanencia del objeto de la crítica, es decir, de aquello cuya desaparición se desea. Octavio Paz.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Al comenzar 2022, fue creado el equipo denominado “TAUROMAQUIA P.C.I.”, integrado por una socióloga, un MVZ, un maestrante en Derecho, un licenciado en Etnohistoria, un divulgador de la tauromaquia entre las juventudes y un Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información. Ellos son, en ese orden: Mary Carmen Chávez Rivadeneyra, José Antonio González Vergara, Aarón Alberto Espinoza Alonso, Aldo Guagnelli, Jorge Tinajero y José Francisco Coello Ugalde.

   Desde entonces, sus empeños y objetivos están ubicados en impulsar la Tauromaquia como patrimonio cultural, así como divulgar la cultura taurina desde cada una de estas especialidades, incluyendo la historia, la antropología y el ámbito de la expresión patrimonial en el marco del derecho a la cultura.

   A través del Dr. González Vergara, comenzaron en julio pasado las pláticas con autoridades de la UAM-XOCHIMILCO para poner en marcha un conjunto de seminarios que aludieran y abordaran estos temas, mismo que llevaba el título “TAUROMAQUIA: CULTURA y BIENESTAR ANIMAL”. De ese modo, fue atendido por el Dr. Ismael Martínez Cortés, profesor asociado de tiempo completo y el Dr. José Fernando González Sánchez, profesor titular de tiempo completo y coordinador de la carrera MVZ en la UAM-X. El evento se formalizó con el apoyo de diversas instituciones que se solidarizaron con este ejercicio y se puso en marcha el 18 de agosto pasado sin que hubiese hasta aquel momento algún problema. Evidentemente, al circular el programa, la primera respuesta de los contrarios fue encabezada por “Change.org” quien para el 19 de agosto ya había enviado por Facebook la convocatoria denominada “UAM: ¿Casa abierta a la violencia?” solicitando firmar la petición de manera masiva. Lo anterior, previo al seminario titulado “El toreo como un arte pedagógico para los niños”, que habría de impartir la Lic. Chávez Rivadeneyra. “Change.org” argumentó en su poderosa campaña que “El Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), responsable de examinar el cumplimiento de la Convención de los derechos del niño, se ha pronunciado en contra de que los menores de edad asistan y participen en eventos taurinos en México”, entre otras cosas. Ahí detonaba el primer escándalo.

   Para el día 22 de agosto, comenzó a divulgarse a través del periódico MILENIO, una colaboración de la Sra. Paulina Rivero Weber, que tituló “¿Corrupción en la UAM?” y donde se encargó de descalificar a la propia UAM en forma sesgada y tendenciosa. Esta reconocida animalista y también protagonista, llegó al absurdo de emitir argumentos que alcanzaron niveles como los que siguen: “Sabemos bien que la industria de la tauromaquia compra y paga bien…”, que se trataba de “un magno evento… en el que contra la legalidad establecida, promueve y pretende justificar la asistencia de niños a esos eventos, entre otras barbaridades”, de ahí que, sin medir palabras ni dimensión alguna, demandaba “investigar y exigir en dado caso, la renuncia” de los funcionarios de la UAM involucrados en este “lamentable evento”.

   En sus tres argumentos –que por cierto son una “joya”, y que “no tienen desperdicio”-, invalida a cualquier universidad pública a lo que según ella identifica como “apoyo a espectáculos violentos en los cuales la diversión se basa en la tortura de un animal, [lo cual] no es educar: es maleducar la sensibilidad ética y colaborar para un México violento (sic). Apunta más adelante: “Universidades y escuelas en diferentes partes del mundo, enseñan el respeto a la vida animal y demandan el cese a cualquier incitación a la violencia contra los animales como parte de una forma de educar la sensibilidad social, perdida ya por el constante contacto con la violencia”.

   Cree además esta señora que los toros generan violencia y que como “tradición cultural”, los toros “avergüenzan a la humanidad”, como si todos los actos recientes de este calibre, que hemos conocido ad nauseam entre los propios humanos no fuera suficiente.

   Y sin detenerse, todavía agrega “Una reflexión final: las universidades han tenido un papel clave en el cuestionamiento de este tipo de tradiciones, porque para eso están: para cuestionar y educar. Es lamentable que una universidad pública como es la Universidad Autónoma Metropolitana se venda de esta manera a los grandes empresarios de la tauromaquia y maleduque tanto a sus estudiantes como al pueblo en general. Algunos empresarios de la tauromaquia hicieron el intento de hacer lo mismo en la UNAM hace tres o cuatro años y se toparon con una pared: yo soy testigo directo de ello”.

   Lo que no señala la señora es que los entonces organizadores y ponentes al evento por desarrollarse en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales fuimos amenazados de muerte.

   Acusar al rector y a otros funcionarios de promover “esta barbarie” significa para ella una investigación casi de orden judicial o legal, exigiendo su renuncia y a perder derechos por trabajar en una universidad pública, pues “se venden para patrocinar y apoyar la violencia”.

Muestra evidente del posicionamiento de los contrarios que va de lo dogmático al extremismo, pasando por el surrealismo y la nula opción de saber escuchar. Así se dejan ver en redes sociales.

   Luego de diversas reuniones en las propias instalaciones de la UAM-X, se decidió cancelar el evento, evitando así cualquier confrontación e incomodidad que hubiesen puesto en práctica los antitaurinos, pues como pudo comprobarse en el primero y único evento, estuvieron presentes taurinos deseosos de ampliar su bagaje cultural.

   ¿Qué llevó al rector José Antonio de los Reyes al doblegarse y cancelar el evento? Alguien se encuentra detrás de todo esto. Y, a lo que se ve, son más poderosas las ideas o voces de Franyutti, Sesma, Arturo Berlanga, Gaviño Ambriz, Israel Arriola, que pertenece a la asociación “AnimaNaturalis”, asociación vegana, animalista, radical igual que “Goud Vegan” y otros, o la señora Rivero Weber para doblegar con su siempre amenazante y unilateral discurso, cuando saben que el taurino no es activista y aprovechan esto para hablarle al oído a políticos y jueces a modo, como para ser tan implacables e irse hasta la yugular sumando así diversas prohibiciones (Nayarit, S.L.P., Zacatecas, por ejemplo). Por lo tanto, quieren imponer su moral, atentando en consecuencia ante los derechos humanos y culturales de los taurinos hasta el punto de impedirlo todo. Por cierto, el toreo no es propiamente un espectáculo, pero sí una expresión centenaria, un legado, un patrimonio, un ritual donde está presente el paso de la vida a la muerte.

   Pareciera que nos sobra violencia -la de todos los días en este país-, y nos falta conciencia, la que se aprende a través de la cultura y en las universidades, como la ciencia y la experimentación, tal cual estaba pensado al abordar el presente seminario, sustentado en datos científicos, serios y comprobables. Se perdió una gran oportunidad de diseminar conocimientos sobre la Tauromaquia.

AGOSTO, 2022.

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