EDITORIAL. LOS “BLOGS” EN EL TERRITORIO DE LA TAUROMAQUIA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

    En 1991, luego de diversas experiencias cuyo desarrollo se remonta hasta 1958, se puso en operación de manera global la versión WWW (World Wide Web), que también en 1972 genera el surgimiento del InterNetworking Working Group, organismo encargado de administrar este recurso tecnológico. Entendida como una gran red de computadoras, con capacidad de generar comunicación entre usuarios y creadores, con sus naturales vinculaciones comerciales, la difusión de la Internet alcanza hoy una dimensión nunca antes prevista. Entre sus múltiples herramientas o derivados, surgen los blogs, bitácoras o ciberdiarios cuya función principal es presentar en condiciones periódicas información creada por su responsable, quien además dispone de absoluta libertad para publicar lo que, a su juicio, considere pertinente. El Blog, además de todo, es un elemento digital cuya dinámica permite tejer redes con otras publicaciones en su mismo entorno y además, generar diálogos e intercambios con sus “lectores”, de ahí que el creador o los creadores estén comprometidos a generar un producto cada vez más atractivo, ofreciendo certeza y credibilidad en sus comentarios. Desde luego que la libertad y el ambiente en que pueden desarrollarse son tan amplios, que han llegado a darse casos extraordinarios en los que en un solo día, el blog de Susie Lau o “Susie Bubble” recibe poco más de 35 mil visitas.[1]

   En el estudio que ahora se plantea, pretendo explicar algunos comportamientos que he percibido, para entender la interacción habida hasta nuestros días entre las TIC (tecnologías de información y comunicación) y la Tauromaquia, línea de investigación que he desarrollado por más de 30 años.

   Primero que todo, debo explicar el hecho de que la Tauromaquia es un espectáculo de hondas raíces, cuyos orígenes se remontan a varios milenios atrás. En México, tal forma de expresión de la vida cotidiana se insertó como parte del proceso de asimilación y mestizaje que se produjo como resultado de la conquista española. Por tanto, es en 1526 cuando se tiene registro del primer festejo y hasta nuestros días en que dicha representación con fuerte carga de anacronismos, usos y costumbres se mantiene, enfrentando serios cuestionamientos que hoy, la modernidad ha afirmado bajo circunstancias muy especiales: las que se relacionan con el nuevo tejido de redes sociales que dinamizan acuerdos o desacuerdos, bajo síntomas cuya patología se asemeja a la de la “primavera árabe” o a la de los “indignados”.

   Para que todo esto sea posible, es necesario remontar la brecha digital. ¿Y qué es la brecha digital?

Disponible mayo 21, 2012 en: http://brechadigital.org/%c2%bfque-es-la-brecha-digital/

   En buena medida, la fiesta taurina ha encontrado en la prensa escrita primero. Luego en el cine, la radio y la televisión los medios masivos de comunicación y transmisión para su cobertura. De ellos se ha valido, los ha hecho suyos por lo que la expectativa en dicha dinámica, hasta antes de la aparición de Internet parecía no tener ningún problema. Pero se fue anquilosando, además de que grandes sectores de quienes son afectos a este espectáculo son adultos y adultos mayores, lo que significa en términos generacionales un conflicto habido con las nuevas tecnologías, mismas que fueron encontrando campo de acción, al crearse portales y más tarde, el amplio conjunto de blogs que hoy día realizan sus diversas labores de difusión. Pero también nos encontramos con otros dilemas: ¿Qué certeza de información ofrecen este tipo de elementos y por quién están administrados? ¿Son expertos en el tema, son meros “aficionados”? Y por otro lado: ¿qué sectores notorios de juventudes adaptadas a las TIC están presentes para dar continuidad a la permanencia del espectáculo taurino?

   Para ello, traigo hasta aquí mi caso particular. Soy aficionado a los toros desde 1969, aunque asisto con frecuencia desde 1976. En 1981 comienzo a publicar mis primeras colaboraciones en algunas publicaciones destinadas a la cobertura del tema. En 1996 obtengo la Maestría en Historia por la Universidad Nacional, proponiendo un tema relacionado con la tauromaquia,[2] y de entonces a acá mis actividades profesionales han estado enfocadas a dar un tratamiento académico al asunto, con extensión al nivel doctoral, donde sólo queda presentar el examen de grado.[3]

   El blog que hoy día es de mi responsabilidad, fue puesto en circulación en diciembre de 2010, bajo el nombre de: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS, en cuya Justificación[4] anotaba lo siguiente:

 Durante un tiempo considerablemente largo estuve sometido a decidir si comenzaba o no esta aventura. He optado por hacerlo, convencido del hecho de que no hay, hasta ahora, un portal, blog o propuesta concreta que plantee un ejercicio histórico o literario que tenga, como tema central a la tauromaquia, y más si esta ocurre en México.

   El atrevimiento consiste en hacer una revisión seria pero gozosa al mismo tiempo, y de igual forma sencilla y profunda que logre atraer no solo lectores o “navegantes” que ya conocen el tema, sino de aquellos otros que desean acercarse con objeto de que entiendan esta manifestación, sujeta hoy día a diversos cuestionamientos.

   El presente es un proyecto de difusión y/o divulgación relacionado con la historia de la tauromaquia en México en lo particular, y del toreo en lo general, para lo cual es posible la existencia de sus diversas manifestaciones o expresiones culturales. La tauromaquia para uno en estado de extinción, para otro motivo de análisis y reflexiones, ha sido esa forma de cultura atada a la larga noche de los tiempos –milenarios o seculares-, que necesita en estos justos momentos, la revisión que permite entenderla a la luz de la razón y el equilibrio. Será necesario sí, el peso de las pasiones para dar, a este propósito –o despropósito-, los fines de su publicación. Nada mejor que acometer esta empresa en momentos difíciles como los que enfrente una forma de vida cotidiana ligada a muchos pueblos, culturas y civilizaciones.

   En el caso particular de México, con casi 500 años de ser una historia vinculada a la historia misma de nuestro país, nos permitirá acercarnos un poco más para entender mejor el significado de la tauromaquia entre nosotros. Nunca mejor oportunidad como esta para que así ocurra.

   Al avanzar este proyecto espero sea posible percibir y consolidar el propósito con el que ha sido concebido, cumpliendo a satisfacción todas y cada una de sus finalidades.

   Las propuestas son ricas y variadas, a saber: EDITORIAL, CRÓNICAS, ANECDOTARIO, EFEMÉRIDES TAURINAS NOVOHISPANAS, EFEMÉRIDES TAURINAS DECIMONÓNICA, EFEMÉRIDES TAURINAS DEL SIGLO XX, GLORISARIO-DICCIONARIO, IMÁGENES, REGISTROS SONOROS, MUSEO-GALERÍA, ILUSTRADOR TAURINO, RECOMENDACIONES y LITERATURA, FIGURAS, FIGURITAS y FIGURONES, PONENCIAS, CONFERENCIAS y DISERTACIONES, FRAGMENTOS y OTRAS MENUDENCIAS

   Finalmente, hasta donde he venido percibiendo, no hay una página web o “blog” dedicada o destinada a la divulgación de la historia del toreo en México, por lo que considero oportuna su puesta en marcha. Por eso es que este tendrá que ser un ejercicio objetivo cuya mejor apuesta es que los “navegantes”, entendidos o no en la materia; a favor o en contra de esa expresión comprendan su significado, valiéndome para ello de un lenguaje claro. Aún así, considero que será necesaria la herramienta de un diccionario o glosario que permita explicar el uso, contexto y connotación con el que se han de utilizar cada uno de los términos o palabras del lenguaje taurino.

    Pero a todo lo anterior me hago una pregunta básica: ¿En qué medida todos estos recursos cuentan con la autoridad moral del autor para manejar información que resulte confiable?

   Observando la dinámica en un amplio abanico de posibilidades puedo deducir el hecho de que, en su mayoría, son “bitácoras” que han intentado hacer propuestas dignas, sobre todo por el hecho de que el recurso digital permite una presentación agradable, donde los diversos “menús” nos permiten “navegar” entre el texto y la imagen. Sin embargo, pocos se asumen como blogs con fines o propósitos académicos. No se trata tampoco de disuadir a los usuarios con esquemas aburridos o pesados, sino de hacerlos cautivos a partir de la intención que su creador tenga en formar una comunidad y garantizarla, sino de incrementarla. En ese sentido, he intentado buscar opciones en el mismo sentido, que permitan dilucidar un poco ese estado de cosas. Por ejemplo, en el blog denominado: mi+ed: Un lugar para la ciencia y la tecnología, encontraba para noviembre de 2011[5] la siguiente afirmación: Blogs Académicos y sus Mil formas de aburrir al Ciudadano: Los Blogs “Somos los Mejores”. Y así es, en efecto, se trata de una especie de autoexaltación o autoelogio deliberada, no exenta de privilegios en los que el autor se afirma como el único, el indispensable. Pero a lo que voy es todavía más sustancioso: ¿Cuántas de esas alternativas se proponen con una plataforma académica en la que no necesariamente esta condición termine desvaneciendo el interés, sino al contrario, atrayendo más y más, con objeto de crear el vínculo que garantice la credibilidad del usuario?

   Como historiador e investigador del tema en tratamiento, así como me daba cuenta de que en los precisos momentos de incorporarme a la red no había una propuesta seria, a 18 meses de su funcionamiento, el síntoma sigue siendo el mismo. En todo caso, aparecen otro tipo de opciones, donde se da fuerte proyección al material fotográfico, o al sustento de pequeñas historias o pasajes, sobre todo entre los blogs nacionales. De los extranjeros, su apuesta es mucho más diversa. Sin embargo, el número de dichas bitácoras va en aumento.

   Una de sus principales características es su capacidad de almacenaje, lo que permite crear, administrar y difundir de manera periódica diversos materiales que cumplen un cometido específico: justificar la presencia de una diversión pública en riesgo, diversión que, en tanto patrimonio o legado requiere un tratamiento muy especial, que se encuentra vinculado con ejercicios y trabajos de reconocimiento por parte de la comunidad que es afín a dicha expresión, con objeto de buscar que la UNESCO le otorgue el valor de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. En ese sentido, el ejercicio cotidiano realizado a través de mecanismos como las TIC, permite una integración a dicha labor, la que ya no se excluye de las otras tareas “oficiales” a que se dispone y prepara para su posible nominación, donde precisamente buena parte de su difusión debe llegar a sectores sociales donde predomina la juventud, segmento generacional que se ha adaptado plena o casi plenamente con estos esquemas. En cuanto a la visión que puedan tener, mantener o conservar los adultos, parece ser que sólo un pequeño sector es capaz de asimilar, pues su postura es conservadora, y prefieren los otros medios de comunicación que han constituido una condición, tradicional de suyo.

    Desde luego, se tiene prevista una futura desaparición de este tipo de instrumentos de difusión, cuyo respaldo podría ser migrado a otra expresión, con objeto de continuar la labor que cada uno de sus autores tenga al respecto del tema que aborda. En este caso particular, “wordpress” es la empresa de la que dispongo para, en forma gratuita, generar dichas labores. En su afán de que las mejoras sean visibles, le permiten al responsable del blog una serie de herramientas de edición, así como de supervisión, permitiéndole conocer la dinámica, el número de visitantes, en tiempo real al día, y luego por semanas o meses. Las vistas por país, palabras clave para buscadores, referencias o sitios de donde provienen esas consultas, contenido de todos los materiales en líneas, así como las taxonomías y el vínculo creado con otros blogs. Una supervisión más se enfoca en detallar las visitas en términos particulares, con lo que se crea una etiqueta denominada “Top Post & Pages”, los “clicks” que diversos usuarios están generando sobre las imágenes, material al que se da un tratamiento de configuración para comprimir muchas de ellas, evitando con ello un uso indebido. En la mayoría de los casos se les ha asignado su procedencia. Finalmente aparece el control que, sobre categorías temáticas ofrece la bitácora, de ahí que el administrador pueda entender las preferencias que el usuario tiene al respecto de su trabajo.

   Finalmente puedo afirmar que, sin deslindarme del compromiso original, y convencido de que mi perfil como historiador es un buen referente de credibilidad entre quienes han accedido al blog: APORTACIONES HISTÓRICO-TAURINAS MEXICANAS, puedo afirmar, en tanto responsable y hacedor de dicha propuesta, que las expectativas han sido bastante favorables, pues se ha pasado de condiciones verdaderamente marginales a una cobertura donde el sólo nombre del mencionado sitio, se ha posicionado entendiendo para ello que la comunidad de aficionados se encuentra concentrada en ocho países,[6] independientemente de otro conjunto de interesados que pudiesen estar repartidos en el resto del planeta, con la clara idea de que la labor allí comprometida, sigue su curso.

21 de mayo de 2012.


[1] EL PAÍS SEMANAL, Nº 1827, del 2 de octubre de 2011, p. 92-3.

[2] José Francisco Coello Ugalde: “Cuando el curso de la fiesta de toros en México, fue alterado en 1867 por una prohibición. Sentido del espectáculo entre lo histórico, estético y social durante el siglo XIX”. Universidad Nacional Autónoma de México, División de Estudios de Posgrado. Colegio de Historia. Tesis que presenta (…) para obtener el grado de Maestro en Historia de México. México, 1996, 220 h. Ils., fots., facs.

[3] José Francisco Coello Ugalde: “Atenco: La ganadería de toros bravos más importante del siglo XIX. Esplendor y permanencia”. Universidad Nacional Autónoma de México, División de Estudios de Posgrado. Colegio de Historia. Tesis que presenta (…) para obtener el grado de Doctor en Historia de México. México, 2006, 251 p. + 629 p. (anexos). Ils., fots., facs.

[5] http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2011/11/17/140797

[6] A saber: España, Francia, Portugal, Venezuela, Perú, Colombia, Ecuador y México.

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