CURIOSIDADES TAURINAS DE ANTAÑO EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
México enfrentaba desde abril de 1846 serias asperezas con el gobierno norteamericano, mismo que declaró la guerra a nuestro país el 13 de mayo siguiente, por lo que la invasión fue materializándose desde ese momento, al punto que la presencia de los “gringos” en la ciudad de México ocurrió el 20 de agosto, culminando con el izamiento de la bandera de las barras y las estrellas en Palacio Nacional el 14 de septiembre por la mañana, comenzando minutos más tarde un desfile militar el cual causó sentimientos encontrados.
Antes de que sucediera el aviso de “alarma” que se produjo como resultado de lo ocurrido durante la celebración de un festejo taurino en la plaza de San Pablo el 21 de mayo de 1848, o del que me he ocupado en la entrega anterior, en este caso traigo hasta aquí otros datos, que se refieren a más de un festejo que ocurrió casi de manera clandestina o irregular en la ciudad de México, a pesar de que los respectivos anuncios aparecen formalmente en la prensa del momento, y que nos dan idea de que con todo y la tensión presente, la población capitalina intentaba dar curso normal a su vida cotidiana.
Caída de la Ciudad de México durante la Guerra México-Americana, la pintura es de Carl Nebel. (Detalle de la litografía, que se reprodujo en 1851 en el libro «La guerra entre Estados Unidos y México”).
THE AMERICAN STAR, D.F., del 20 de septiembre de 1847, p. 7:
CORRIDA DE TOROS Y CIRCO OLÍMPICO.
El Sr. Bensley, director de la compañía del Circo americano tiene el honor de informar al público, que el Domingo 26 del corriente, dará una función en la Plaza de Toros, para cuyo objeto ha obtenido los servicios de los mejores sortiadores de la República. Los Toros son de los más bravos.
En el curso de la corrida de Toros se desempeñarán varias piezas ecuestres de las más sobresalientes.
Debido a la invasión norteamericana no se efectuaron corridas en la ciudad de México, además de que la Real Plaza de Toros de San Pablo se encontraba en pésimas condiciones[1] salvo para dos ocasiones en que fue arrendada especialmente para dar los siguientes festejos:
Otro detalle de la vista anterior, justo en el momento en que el pintor recrea el izamiento de la bandera norteamericana.
PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 17 de enero de 1847. Función a beneficio de los gastos de la “presente guerra contra los Estados Unidos del Norte. Seis toros de la mejor raza. No se mencionan nombres de los alternantes.
Biblioteca Nacional. Fondo Reservado. Fondo: Condes Santiago de Calimaya, CAJA Nº 39
67)s/n Señor D. José Juan Cervantes
Atenco, 22 de enero de 1847
(…) De ganado del cercado contamos hoy con 3000 cabezas, entre ellas muchos toros buenos para el toreo.
Román Sotero (Rúbrica)
PLAZA DE TOROS DE SAN PABLO, D.F. Domingo 17 de octubre de 1847. Corrida de toros y circo olímpico.
Cartel anunciador para la tarde del domingo 17 de octubre de 1847.
[1] En el periódico The American Star, del 17 de octubre de 1847 se registra, en su pág. 4 lo siguiente: “DIVERSIONES. CORRIDA DE TOROS y CIRCO OLÍMPICO. El Sr. Bensley ha dispuesto para hoy, a las tres y media de la tarde, una gran corrida de toros y circo olímpico. Con ello, queda derrumbada la idea de que no hubo corridas, puesto que también se registró una el domingo 17 de enero del mismo año. Dice el cartel: “Función extraordinaria. Los individuos del regimiento Hidalgo, de la Guardia Nacional, deseando proporcionar por su parte recursos para auxilio de los gastos de la presente guerra contra los Estados-Unidos del Norte, solicitaron del actual arrendatario de la plaza, les cediese un día festivo para dar una función de toros.
Señalado el 17 del corriente para que se verificase la corrida, la comisión nombrada para su arreglo, tiene el honor de anunciar el programa de la función, en el órden siguiente:
A la llegada del Exmo. Sr. vicepresidente, (a quien se ha convidado para que asista) una marcha militar dará principio al espectáculo.
Las compañías de granaderos del cuerpo Hidalgo harán el partimiento de plaza, con algunas evoluciones militares.
En seguida se lidiarán SEIS TOROS escogidos de la mejor raza.
Los intermedios se cubrirán con TRES TOROS DE COLA, y algunas suertes de los toreros propias del arte, que no se enumeran, por no hacer más difuso el presente programa, amenizando la corrida CUATRO MUÑECOS, que al golpe del toro se iluminarán.
El servicio todo será con la decencia posible, empleándose los mejores útiles, banderillas vistosas, y cuanto pueda contribuir al mayor lucimiento.
La comisión cree de su deber manifestar, que tanto el arrendatario de la plaza, como los dueños de esta, la compañía de toreros, dependientes, música, y hasta los criados que se ocupan en el servicio de aquella, se han prestado co la más completa deferencia, y aun excedido a sus deseos, franqueando el primero el local, ofreciendo los dueños a los toreros y dependientes la remuneración a sus trabajos, pintando la plaza para ese día, y cooperando todos al brillo e interés del espectáculo. El objeto a que van a consagrarse los productos de éste, no necesita encarecimiento: resta al público realizar las esperanzas de los individuos del regimiento Hidalgo.